Dalí y el Simbolismo en la Pintura: Una realidad Irreal

Dalí, La persistencia de la memoria (1931)
Para muchos, esta obra representa el tiempo y su fragilidad; su muerte y su relatividad. Los relojes doblados, las hormigas y las figuras blandas, son elementos muy comunes en las obras de Dalí.

Dentro de las obras de Dalí y el simbolismo en la pintura, los signos visuales  son una extensa mezcla de lo consciente y lo inconsciente: ¡Un mar creado de sueños, pensamientos y paranoias! ¿Nos acompañas a conocer?

¿Toda obra de arte significa algo? En muchas oportunidades, el arte es un reflejo de nuestros pensamientos más profundos, a veces conscientes y, en otras ocasiones, inconscientes. Aunque no siempre el acto de trabajar con materiales de arte se convierta en un signo, muchas veces este sí es el caso.

“…el que yo no sepa cuál es el significado de mi arte, no significa que no lo tenga…”.

Salvador Dalí

El simbolismo en la pintura

¿Por qué solo pintar lo que podemos ver? ésta fue la pregunta que muchos artistas se hicieron a finales del siglo XIX. Si ya nuestros ojos pueden ver la naturaleza y el mundo tal y cómo lo conocemos, ¿Por qué no pintar lo que no vemos?

El simbolismo es en principio un movimiento que comenzó con la literatura (con obras como Las flores del mal, de Charles Baudelaire). Este movimiento fue extendiéndose a las artes visuales, logrando que se incentivaran obras inspiradas en mitologías, sueños, abstracciones y emociones que no son palpables. 

Uno de los mayores antecedentes del simbolismo en la pintura es William Blake, pero también Caspar David Friedrich y otros pintores del romanticismo, como incluso Francisco de Goya.

Así, pintores simbolistas como Odilon Redon, Fernand Khnopff, Pierre Puvis, Arnold Böcklin, entre otros, vendrían a formar parte principal del movimiento simbolista. Lo que quizás no sabrás es que este movimiento tan místico, basado en representar sueños, temas tabú como la «femme fatale», el pecado, el sexo y la perversión, influenciaría fuertemente a un reconocido movimiento vanguardista del siglo XX…

Las obras en el simbolismo son un gran almacén de eso justamente, de símbolos. Y si hay un artista cuyas pinturas tengan contenido simbólico, ese es Dalí, a pesar de pertenecer a un movimiento posterior, pero altamente influenciado por el simbolismo: El surrealismo.

La verdad es que podemos analizar a muchísimas obras desde su aspecto simbólico, no solo a aquellas que pertenezcan al movimiento del simbolismo en la pintura, pero en el caso del surrealismo, hay una conexión tanto más directa con los símbolos, al tratar el mundo onírico.

Dalí, más surreal que lo surreal

En la historia del arte, Dalí no es tanto un simbolista, sino que se le ha nombrado como uno de los artistas más importantes para el movimiento del surrealismo; pero él mismo sabía que sus creaciones iban más allá de eso.

¿Por qué? Pues, Según André Bretón, el surrealismo es

 “un verdadero dictado del pensamiento, sin la intervención reguladora de la razón, ajeno a toda preocupación estética o moral…»

Para Dalí, que se dedicó no solo a la pintura, sino a la escritura, al cine, a la publicidad, a la decoración y a tantas cosas más; la creación se trataba de mucho más.

Partiendo de las emociones y de lo mas complejo de los pensamientos, el planteamiento de Dalí y el simbolismo en la pintura, estaba puesto allí no solo por azar o espontaneidad; él intentaba mostrar una forma distinta de crear, y con eso diseñó un imaginario extenso para sus pinturas y para sí mismo como personaje y obra propia.

No solo era expresar sin restricciones lo que pasaba por su mente en el momento en el que lo hacía, sino diseñar una nueva realidad que enfrentara a la realidad misma, que hiciera que nos cuestionásemos el porqué de cada elemento presente.

Dalí y el simbolismo en la pintura
Dalí, El enigma sin fin (1938)

Toda una mezcla de objetos y representaciones variopintas, que no solo surgen porque sí; sino que nos hacen mirar a detalle intentando buscar lo que se esconde dentro.

Lo normal: la locura

Dalí aprendió a ver los pensamientos, traumas, sentimientos y miedos más caóticos como una manera de acceder a las más increíbles creaciones. Para él, el mundo del inconsciente (lo desconocido e intangible en nuestras mentes) era tan tangible y real, como el mundo que vemos “normal” en nuestro día a día. 

Así, a pesar de que este artista inició sus obras con la teoría de Freud sobre el psicoanálisis y los mitos, sus ideas se quedaron cortas. Lo que ocurrió luego, fue que su extraña manera de explicar sus obras se convirtió en la base que utilizó Jaques Lacan para sus nuevas teorías psicoanalíticas.

“Lo que para Freud era una patología mental, para Dalí era una manera de acceder al entendimiento y a la creación.”

De la torre () P.6

Cada paranoia y neurosis existente, o incluso fingida, era la base para Dalí y el simbolismo en la pintura, quien organizaba racionalmente el significado de los objetos y los introducía en un nuevo universo. Ese es el principio de lo que llamó: método paranoico crítico (primero ocurre la paranoia, luego la analizas de forma crítica y racional, y creas).

Metafóricamente, Dalí les daba una explicación a los fantasmas y monstruos de su cabeza, les daba un lugar en el mundo y hacía que se sentaran a su lado para que los demás los vieran y conversaran con ellos.

Dalí nos hace preguntarnos: ¿Y si todos estamos locos?, ¿Qué sería lo normal?

Dalí y el simbolismo en la pintura

“[…] la única diferencia entre un loco y yo es el hecho de que yo no estoy loco!”

Dalí, 1981/1942

Dalí. Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes de despertar (1944)

Todos hemos tenido esos sueños e imaginaciones que nos sobresaltan. Ninguno escapa a esos pensamientos que creemos que nadie comprendería si contásemos.

Dalí y el simbolismo en la pintura: El azar, los sueños y las verdades

El simbolismo en la pintura de Dalí es extenso y está lleno de historias que parten desde los sueños hasta los análisis más profundos sobre el subconsciente; las anécdotas reales; las anécdotas inventadas; la sociedad y la vida misma, vista desde sus ojos.

¿Conoces algunos de sus símbolos?

– Lo propio

En el mundo simbólico y autobiográfico de Dalí proliferan los fetiches, tales como la langosta (fuente de fobia), objetos encontrados (como un simple trozo de madera), los fosfenos (símbolos del paraíso intrauterino perdido), o el fetiche daliniano más extendido: la muleta.

Ana Iribas (2004) P.21

Así como estos objetos, animales y formas, existen muchos otros símbolos en la pintura de este artista, que se refieren a su propia historia y autobiografía. Son objetos que se han quedado en el recuerdo y que hablan de sus traumas, sus miedos, sus frustraciones, sus deseos y sus creencias. Su identidad era la base de su arte.

El poder de Dalí y el simbolismo en la pintura

Lo que nos demuestra el poder del símbolo es que las obras se transforman en ventanas hacia la mente. Cargan con ellas una gran cantidad de secretos que no se dicen con palabras, pero que están presentes y podemos verlos e interpretarlos si miramos más lejos.

Al mismo tiempo, los símbolos pueden significar determinadas cosas para grandes grupos de personas. Entonces, si bien se trata de ventanas a la mente del artista, también los símbolos son un espejo de nuestro propio universo de significados como espectadores.

Esta muleta encarnó para mí la autoridad, el misterio y la magia, y me confirió una verdadera voluntad de poder. Me parecía que con ella iba a conocer la voluptuosidad de nuevos caprichos.

Dalí, 1975

Entonces, ¿Las obras de un artista pueden hablar por sí mismas y mostrarnos símbolos que él mismo desconoce? Dalí y el simbolismo en la pintura, en cada pincelada nos ha mostrado que sí. Las obras muestran lo que se quiere, y también lo que no.

Dalí y el simbolismo en la pintura

Dalí, El Gran Masturbador (1929)

Según el psicoanálisis, las tendencias sexuales de Dalí son todo lo que vemos en este cuadro, pues nos habla de su miedo al sexo, y su inclinación hacia el onanismo.

Lo Onírico

¿Y los sueños? Pues los sueños también son parte de esa frontera confusa entre lo que somos conscientemente, y lo que llevamos muy oculto. Dalí, debido a sus excéntricos métodos logró algo que a muchos se nos dificulta: recordar lo que soñamos, y usarlo para crear.

“el creciente y todopoderoso impulso del ensueño y el mito empezó a mezclarse de modo tan continuo e imperioso con la vida de cada instante, que posteriormente me ha sido con frecuencia imposible saber cómo empieza la realidad y termina lo imaginario”

Dalí, 1981

 

Es por eso que muchas de las formas, los paisajes y colores, se vuelven extraños. Nos hacen sentir como si nosotros mismos estuviésemos dentro del sueño de alguien más; nos llevan a una realidad creada, que no termina de ser parte de aquí, ni de allá.

Nada más cargado de símbolos que un sueño, pues según Freud, los sueños son esas cajas ocultas de nuestra memoria, que se destapan mientras dormimos.

 

Dalí, El sueño (1937)

El sueño para Dalí, es esa cabeza pesada que sostienen frágiles muletas (frágiles conexiones con la realidad), propensa a caerse por su propio peso.

Lo Científico

Si bien una buena parte de las obras son basadas en lo imaginario, curiosamente Dalí también se interesaba con gran pasión por la ciencia.

Este artista usaba las leyes de las ciencias para dar profundidad, proporción y forma a sus pinturas, y en ocasiones no solo aplicaba las herramientas, sino que las homenajeaba y las ponía en contraste con imaginarios religiosos, u oníricos.

Muchas de las obras de Dalí están hechas pensando en teorías como la relatividad, el ADN o las proporciones matemáticas, lo que les da un toque todavía más cercano a lo real y a lo no real.

¿Qué significa? Que la realidad no es solo lo comprobable. 

Dalí y el simbolismo en la pintura

“La realidad del mundo exterior sirve como ilustración y prueba, y está puesta al servicio de la realidad de nuestro espíritu”

(Dalí, 1930, p. 10).

Cristo de San Juan de la Cruz (1951)

En este cuadro la perspectiva se basa en ideas matemáticas que juegan con el equilibrio visual. Ciencia, para representar religión.

La Realidad Imaginada

Creamos nuestro propio universo real a partir de lo que navega en nuestras mentes, y estas creaciones se entremezclan con lo que nos rodea.

Para Dalí, su realidad no era más que la fantasía que él mismo había ido tramando a lo largo de los años. Sus símbolos no eran abstractos, sino más bien tangibles; pues los había visto, sentido y pensado a tal punto que existían.

“Todo pintor pinta la cosmogonía de sí mismo: Rafael pinta la cosmogonía del Renacimiento y Dalí pinta la era atómica y la era freudiana”.

 Salvador Dalí

Podemos entonces saber, que aquello que veamos o produzcamos en el arte, significará lo que queramos que signifique; lo que decidamos ver, creer y demostrar, como lo hizo Dalí y el simbolismo en la pintura.

Dalí, La imagen Desaparece (1938)

Y tú, ¿Qué ves?

Bibliografía

LOPEZ FERRADO, M. (2006) La obsesión de Salvador Dalí por la ciencia.
História, Ciências, Saúde – Manguinhos, v. 13 (suplemento), p. 125-31

Sanchez Moreno, I. (2007). Pujols y Freud: afinidades y estéticas psicológicas. Revista de Historia de la Psicología, vol. 28, núm. 2/3. Pp 99- 105

Iribas, A (2004) Salvador Dalí desde el psicoanálisis. Arte, Individuo y Sociedad vol. 16 19-47

De la Torre, S. CRÓNICA DE UNA OBSESIÓN. “Salvador Dalí y la imagen del piano”. (2012). UNL – FHUC – INSTITUTO SUPERIOR DE MÚSICA.

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Grecia Celeste

Soy una joven  exploradora de la imagen, la introspección y la literatura como maneras de inspirar y crear. Busco la conexión emocional y narrativa en cada proyecto;  indago, analizo… diseño historias.

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