La Fotografía Kintsugi surge bajo la necesidad de reconstrucción del ser tras un evento de difícil asimilación. Como las vasijas reparadas con oro de Japón, comprendo la posibilidad de reconfigurar mi identidad tras su ruptura, para un resultado que honre las cicatrices como parte de la belleza del ser.
Kintsugi
Reflejamos nuestra identidad como el cambio de las estaciones, de la misma manera que las agujas de un reloj marcan el pasar del tiempo. Las paradojas del ser nos indican sobre aquello que hemos perdido de nosotros mismos, pero para reparar las fracturas a veces es preciso importar creencias.
¿Seguimos siendo los mismos con el paso del tiempo? Quizás es en el límite de lo efímero donde yace nuestra verdadera identidad. Las piezas encajan revelando sus cicatrices como algo bello: Lo que antes fueron quemaduras dolorosas, ahora muestran la sublime evanescencia del ser.
Es posible renacer y rehacerse continuamente, pues como los ciclos de la naturaleza muestran, ningún invierno ha subyugado a la primavera.
1 comentario en «Fotografía Kintsugi: Sanando la oscuridad del pasado»
Where there is a will, there is a way.